Cada vez más empresas optan por fórmulas modernas para ubicar sus sedes, debido a los numerosos atractivos que ofrecen. En este artículo te hablamos de las claves de la oficina compartida y cuáles son las diferencias entre un centro de negocios y un coworking.
¿Qué es un centro de negocios?
El concepto de centro de negocios tiene ya más de dos décadas y la filosofía es la de un gran espacio de oficinas dividido en zonas diferenciadas y despachos más pequeños, donde las diferentes empresas comparten una serie de servicios comunes: Internet, copistería, recepcionista, mensajería, etc.
Ventajas de la oficina compartida
- Listo para empezar. Cuando una empresa alquila una oficina, a menudo debe ocuparse del mobiliario, los suministros de luz, agua, etc. de modo que toma algunas semanas empezar. En el centro de negocios puede empezar al día siguiente de alquilar sus espacios.
- Ahorro de costes. Compartir los gastos de los servicios compartidos disminuye los costes de las empresas que forman parte de él.
- Flexibilidad de uso. En proyectos que acaban de comenzar y se encuentran en fase de crecimiento es muy importante la posibilidad de cambiar el número de puestos contratados de un mes para otro, sin necesidad de buscar una nueva oficina con todos los trámites que eso conlleva.
- Prestigio y credibilidad. Recibir a clientes, proveedores y otros profesionales en tu propia oficina da muy buena imagen.
- Networking profesional. Al compartir una serie de espacios, surgen los contactos profesionales entre empresas y, con ellos, las posibilidades de trabajar juntos en proyectos compartidos.
- Equipamiento ergonómico. El mobiliario escogido en este tipo de instalaciones vela por la salud de los trabajadores, con sillas y mesas que cuidan la higiene postural.
Diferencias entre centro de negocios y coworking
Aunque comparten una esencia similar y hasta puede que coincidan en los servicios que ofrecen a quienes trabajan en ellos, un centro de negocios y un coworking no son lo mismo.
El origen del coworking es más reciente y está muy ligado a la crisis económica de 2008. Su propio nombre refleja la vocación de espacio colaborativo, y podemos decir que este es su rasgo fundamental y distintivo con respecto al centro de negocios.
Esa cooperación viene dada, en muchos casos, porque los profesionales del coworking comparten físicamente el mismo espacio de trabajo, cosa que no sucede en el otro modelo.
Flex office: la nueva fórmula
A raíz de la pandemia está cobrando fuerza el concepto de flex office, que viene a ser un híbrido de los dos anteriores. Las empresas contratan el espacio por metros y dentro de él, compartimentan según sus necesidades en despachos individuales o salas compartidas. Esta flexibilidad se ve reflejada también en el contrato, los servicios y por supuesto, el precio.
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